Turismo en picada: la ocupación hotelera no levanta y ya se pierden 10 empleos por día. El ajuste y los impuestos vacían una industria clave del país.
El turismo argentino atraviesa una temporada de invierno marcada por el derrumbe de la actividad. La ocupación hotelera proyectada a nivel nacional para las vacaciones no supera el 46% en la primera semana y cae al 37% en la segunda, según la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT). Las cifras alarman al sector, que denuncia la pérdida de 10 empleos por día y habla de un escenario directamente “inviable”.
Los destinos más afectados son los urbanos y tradicionales del interior. En Mar del Plata, por ejemplo, las reservas apenas rozan el 20% en algunos hoteles, y el promedio general no supera el 45%. “Tenemos la gente contratada, todo listo, y esto no conviene”, advirtió Eduardo Palena, vicepresidente segundo de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica local. La ciudad mantiene abierto solo el 70% de su capacidad hotelera: el resto directamente no recibe llamadas.
Una temporada que no arranca
En todo el país se repite la misma postal: promociones agresivas, congelamiento de tarifas, habitaciones vacías y operadores en alerta. Ni siquiera la sincronización del receso escolar entre CABA y provincia de Buenos Aires logró impulsar el movimiento. La Ciudad de Buenos Aires comienza con un 49% de ocupación que desciende hasta el 35% en la última semana. Córdoba proyecta entre 51% y 26%. En Mendoza, las reservas bajan del 40% al 17% en la cuarta semana de julio.
La región litoral también está por debajo del promedio nacional, y los destinos emergentes no logran revertir la tendencia. Solo algunos puntos turísticos del sur y del norte sobresalen: Bariloche y Villa La Angostura lideran las proyecciones con niveles superiores al 80%, impulsados por el turismo brasileño de alto poder adquisitivo. En la Quebrada de Humahuaca, la ocupación llega al 73%.
Mientras el turismo emisivo crece —6,7 millones de argentinos viajaron al exterior en los primeros cinco meses del año, un 66% más que en 2024—, los operadores nacionales denuncian un ahogo fiscal. “De cada 100 pesos de tarifa hotelera, 60 van a impuestos”, sostuvo Gabriela Ferrucci, presidenta de AHT. La dirigente pidió una rebaja impositiva integral y apuntó contra los aumentos “del 350% al 500%” en impuestos inmobiliarios y “tarifas eléctricas que se multiplicaron por cuatro”.
Viajes más cortos, turistas más austeros
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ya había anticipado el derrumbe con los últimos fines de semana largos. En junio, los viajes cayeron un 16,6% y el gasto se redujo un 27,9% interanual. El ajuste, según la entidad, se da sobre todo en la duración de las estadías. “Esto refleja un turista más austero”, diagnosticó CAME.
La esperanza del sector está puesta en el fin de semana intermedio y en las reservas de último momento. Sin embargo, la tendencia ya está marcada. “Teníamos muchas expectativas para las vacaciones de invierno, pero hoy son muy bajas”, admitió Palena. Por ahora, ni promociones ni congelamientos alcanzan para revertir el panorama.