El delegado municipal de Blaquier, Darío Luna, se refirió a la problemática que desde hace más de una semana afecta a vecinos y transportistas en el camino que conduce a la fábrica Manjar Blanco y al cementerio local. A pesar de que la última lluvia ocurrió hace ya ocho días, aún persiste el agua estancada en la calle y en las cunetas, lo que complica la transitabilidad.
Luna explicó que la situación no es nueva y que se debe, principalmente, a la falta de nivelación del trazado y a la ausencia de alcantarillas que permitan un escurrimiento más rápido del agua. – «estan todas rotas»- aclaró- En ese sentido, informó que desde la delegación se está trabajando en un proyecto que contempla tanto el nivelado del camino como la colocación de nuevas alcantarillas.
“Es una obra que necesitamos con urgencia, pero llevará un tiempo concretarla. Mientras tanto, lo que nos preocupa es cómo garantizar que, después de cada lluvia, se pueda transitar sin perjudicar al transportista ni a los vecinos”, señaló el delegado, quien reconoció que todavía no hay un plan de contingencia para esos días críticos.
Al mismo tiempo, dejó entrever que la delegación requiere mayor apoyo del área de Obras Públicas del municipio de Florentino Ameghino. “No contamos con el parque automotor suficiente para encarar trabajos previos que podrían paliar la situación hasta que el proyecto definitivo esté terminado”, subrayó.
La problemática del agua estancada vuelve a poner en agenda la necesidad de inversiones y coordinación entre las distintas áreas municipales, ya que se trata de un camino estratégico no solo para el tránsito vecinal, sino también para el desarrollo productivo de Blaquier.