LA JUSTICIA SECUESTRÓ UN FRASCO DE ACEITE DE CANNABIS

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Sucedió en Carhué, donde la justicia secuestró un frasco de aceite de cannabis a un paciente con cáncer terminal.Tiene 73 años y en marzo le descubrieron cáncer de las vías biliares. Su enfermedad no tiene tratamiento. En enero comenzó a consumir aceite de cannábis y notó una gran mejora en su calidad de vida. La justicia inició una causa contra los cultivadores solidarios que elaboraban el aceite que él tomaba. En una medida insólita, la justicia de Bahía Blanca mandó a secuestrar el frasco. Ahora se quedó sin el único medicamento que le permitía afrontar este duro momento.En diálogo con Todo Provincial, Moira García, la hija del paciente contó: “Mi papá tiene colangiocarcinoma, cáncer de las vías biliares. Es una enfermedad terminal porque no responde a la quimioterapia.

«En Bahía Blanca sólo le colocaron un stend en las vías biliares, tuvo infecciones y nunca se pudo recuperar para la cirugía”.La enfermedad fue descubierta en marzo pasado, días antes del comienzo de la cuarentena. Ante la imposibilidad de revertir el cuadro de su padre, Moira explicó que hacen “todo lo posible para que tenga calidad de vida”. Sin embargo la enfermedad avanza y muchas veces no tiene fuerzas ni levantarse de la cama.“Cuando nos dijeron que ya no había nada más para hacerle, le quitamos los medicamentos que le hacían muy mal al hígado. A principios de enero estaba muy mal. Decidí recurrir al aceite de cannabis por una conocida”, relató Moira y destacó: “El aceite le hizo muy bien, lo levantó de la cama. Él dice que cuando toma el aceite le ponen Bardahl. Camina, le frena las náuseas y el dolor”.Sin embargo, la historia sufrió un giro drástico a principios de febrero a partir de un allanamiento a Daniel Gardes, cultivador solidario que donaba aceite a personas de Espartillar, Pigüé, Carhué, Saavedra y Guaminí.“Hubo un allanamiento en un campo donde cultivaban el cannabis con el que producían el aceite. El fiscal terminó llamando a declarar a mi papá como testigo. Le preguntaron dónde conseguía el aceite y dijo que se lo había dado su hija. Me llamaron a declarar”, señaló la vecina de Carhué. “Me empezaron a indagar cuántos frascos tenía. Dije que tenía un solo y expliqué la situación de mi papá. A la tarde llegó a la policía a la casa de mis padres con una orden de secuestro del frasco de aceite. Yo se los di. Al otro día volvió la policía pidiendo que sellara el sobre con el frasco pero no me querían mostrar que había adentro”, agregó.Desde el 18 de febrero, el paciente está sin su “Bardahl”, el único medicamento que logró mejorar su calidad de vida en la fase terminal de su enfermedad. La medida se torna aún más anacrónica si se tiene en cuenta que la semana pasada el gobierno bonaerense presentó un proyecto de ley para crear un registro y una agencia de cannabis medicinal.“Me comenzaron a llamar muchas asociaciones cannábicas. En mi pueblo no está reglamentada la ley nacional. Ahora comenzamos a movilizarnos para hacer una ONG”, aseguró Moira. Muchos vecinos de la zona salieron a expresar su apoyo al cultivador. Todos consumían el aceite que ellos elaboraban en forma solidaria. Luego de un cambio de carátula, Gardes fue liberado pero continúa con una causa penal a cargo del Juez Federal Lopez da Silva del Juzgado Nº1, y del fiscal Santiago Ulpiano Martinez.

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