¿Cómo cuidar las suculentas? Cinco respuestas a los problemas más comunes

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Le preguntamos a la coleccionista de cactus y suculentas Tere Cordeyro cuáles son los problemas más habituales y cómo podemos resolverlos. Estos son sus consejos.

En general, las suculentas tienen pocos requerimientos y demandan bajo mantenimiento, pero a veces pueden tener dificultades para desarrollarse. Estos son los principales motivos y sus posibles soluciones

El contenedor es desproporcionado

Las suculentas tienen la capacidad de almacenar agua en su interior, por eso es importante que el contenedor sea apropiado para la escala del ejemplar. Si la cantidad de sustrato es excesiva y no retiene humedad, puede provocar pudrición o la aparición de hongos. Y si la maceta es muy pequeña, no habrá nutrientes suficientes para su óptimo desarrollo.

TIP: Aumentar “un punto” de maceta cada año para trasplantar. Renovar el sustrato para darle nutrientes y espacio.

La planta está afectada con cochinilla

Siempre hay que separar la planta enferma del resto para evitar el contagio. Después, con un cepillo retirar la mayor cantidad; la cochinilla muere al desprenderse. Humedecer con alcohol al 70% y con un palillo y mucha paciencia des – prender el resto de la cochinilla; alternar con cepillado. Durante su mejoría, dejar el ejemplar en un lugar sin luz solar directa, para no producir quemaduras. En este caso quedarán marcas en la epidermis, pero salvaremos el ejemplar. Repetir la operación si persiste.

TIP: Las cochinillas suelen alimentarse de los brotes tiernos de las plantas, por lo que su época de mayor apogeo es a lo largo de la primavera. El ejercicio de la observación es fundamental ya que, si la detectamos a tiempo, es mucho más fácil de erradicar.

Las hojas se caen

Las hojas de las plantas suculentas también pueden caerse durante el calor extremo. En los períodos de calor intenso o sequía, las suculentas responden dejando caer sus hojas para ayudar a conservar la energía y mantener su suministro de agua. Debemos adecuar el entorno de nuestra suculenta para minimizar el estrés. No todas tienen la misma tolerancia al calor. Cambiá su ubicación a un lugar menos soleado.

Perdieron su forma

Las que tienen forma de roseta suelen crecer proporcionadas a lo ancho y a lo largo, pero cuando no reciben toda la luz que necesitan se “estiran” con mucha rapidez. Este fenómeno se llama etiolación. Pueden verse hojas espaciadas, hojas apuntando hacia abajo, inclinación hacia un lado. Una suculenta etiolada no volverá a su forma original. La decapitación es la solución a este problema. Podar cortando la cabeza que se observe compacta, aplicar azufre o canela en polvo en la herida, dejar cicatrizar por unos 5 días en una ubicación sin sol directo y sin humedad. Colocarle hormona enraizante y volver a plantar. Del tallo de esta suculenta crecerán nuevos brotes.

TIP: Es recomendable analizar la iluminación de los espacios antes de adquirir las plantas.

Qué hacer en el período de inactividad

Muchas suculentas tienen un período de inactividad, de latencia, en el cual todas sus funciones –crecimiento, reproducción, desarrollo– se detienen esperando a que lleguen las condiciones favorables. Que una suculenta quede latente en verano o invierno va a depender del clima de donde es originaria. Donde los veranos son muy calurosos y los inviernos suaves, las nativas generalmente permanecen inactivas en verano y crecen durante el invierno. Por el contrario, en climas mucho más fríos, las resistentes al frío a menudo son plantas inactivas en invierno, que crecen activamente en el verano.

Inactivas en invierno

Crecen en primavera, verano y otoño: Cactus desérticos, Adenium, Agave, Ceropegia, Echeveria, Euphorbia, Huernia, Lithops, Stapelianthus, entre otros géneros. No suelen resistir las heladas, menos si están mojadas. Espaciar riegos, no fertilizarlas, ni tampoco es conveniente entrarlas en la casa. Solo protegerlas durante las noches muy frías con tela antiheladas.

Inactivas en verano

Crecen principalmente en otoño, invierno y primavera: Aeonium, Aloe, Anacampseros, Cotyledon, Crassula, Gasteria, Graptopetalum, Graptoveria, Greenovia, Haworthia, Kalanchoe, Pachyphytum, Pachyveria, Portulacaria, Sansevieria, Sedeveria, Sedum, Senecio, entre otros géneros. Protegerlas del calor, espaciar los riegos y llevarlas a la sombra.

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